diumenge, 24 de novembre del 2013


SECCIÓ: QUÈ HEM LLEGIT

CONTINUACIÓ (pàg. 81-82)

Es muy curioso, que en ocasiones cuando se plantea esta situación de balance existencial, muchos pacientes, tras sufrir el desierto y la oscuridad del sentido vital, renacen con mucha más fuerza, con mucha mayor capacidad de relativización de la vida y con nuevos valores y modelos aplicables, tanto a su trabajo, a la familia, como a sus amistades.  La concepción del mundo ha cambiado, pues ellos mismos han cambiado en sus proyectos desde su más profunda interioridad, superando así la angustia y el desánimo que les producía una etapa vital ya acabada.
Pero en otras ocasiones gana la batalla la angustia que les origina el posible cambio; al final deciden que “arriesgarse” a cambiar desde la profundidad es algo que no les conviene o que les angustia mucho más que el desespero que tienen en la disconformidad de su vida anterior.
En todo caso seamos realistas: no es malo ni bueno, ni mejor o peor, si el paciente decide adentrarse en el camino del cambio interior para configurar una nueva estructura existencial o decide permanecer en la actual estructura que tanto le angustia.  Lo importante es que sea consciente de que ha de tomar una decisión.  Cuando así ocurre, ¡ES LA DECISIÓN! que ha tomado esta persona.  Y al tomar una resolución, desaparece la angustia y por lo tanto siempre hay que considerarla positiva (la decisión), pues es válida y resolutiva para esa persona en particular.

dilluns, 4 de novembre del 2013

SECCIÓ: QUÈ HEM LLEGIT

LA EDAD CRÍTICA DEL SUJETO (pag. 50)


... La tercera metamorfosis de Conrad aparece entre los 35 y 50 años, y es el período de "balance existencial".
Estamos en crisis, en este período de edad, pero es una crisis muy especial, y por eso se ha denominado de balance existencial.  Te planteas, "ya no soy un joven o una joven de 26 años, pero tampoco soy mayor", "ya estoy más o menos establecido en mi vida, trabajo, etc.", pero ya he pasado la juventud.  Y ahora vienen las preguntas:  ¿Y qué he hecho de mi vida?  ¿Ha valido la pena lo que he realizado?  ¿No tiene sentido lo que he hecho?  ¿No era eso lo que quería?  ¿No ha valido la pena?
Evidentemente, muchas veces acontecimientos que ocurren en estas etapas de la vida pueden tener mayor impacto vivencial, mayor fuerza eficaz.  Somos psíquicamente más vulnerables en esos momentos; al igual que cuando cambiamos de casa es más fácil que se rompa alguna cosa, pues todo está en movimiento, en estas etapas de metamorfosis nuestros cimientos existenciales están menos sólidos, nuestra experiencia pasada, nuestra vida que ya ha transcurrido, no tiene la misma consistencia que hasta ese momento tenía y por eso somos más vulnerables.


Autor: Juan Rojo Moreno (licenciado en Medicina y especialilta en Psiquiatria)